Ella espera. Sabe que ahora la pelota está en el tejado de él, él decide si todo fue una pesadilla o por el contrario un sueño del que jamás despertar. Ella sigue esperando, ¿cuánto tiempo debe esperar? Una semana, dos semanas... Un mes ya casi es excesivo, nadie se merece que le esperen durante un mes.. ¿o tal vez sí?
Por fin un simbolito rojo parpadea y un sonido hace constatar que sí, que la espera ha teminado. Abre la conversación y descubre las palabras, hablan de todo y de nada hasta que por casualidades del destino alguno de los dos se desconecta.
Y comienza de nuevo la espera..
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Las cosas buenas no se dejan esperar... como la tarta en el patio de un colegio deseada por todos los escolares.
ResponderEliminarNo pierdas el tiempo esperando, la vida te ofrece ser tu la protagonista, no lo dejes pasar.
El que no aprecia lo que tienes de tarta no merece tu tiempo.
Un saludo.
Un dulce.
Quien espera no vive, pues la vida no es espera. Cosa distinta es desear. Desear no es esperar. Desear provoca la acción, y la acción es vivir en presente. Esperar no es más que una soberana pérdida de tiempo.
ResponderEliminarUn beso.