El día que se conocieron, un niño dibujó un corazón en una playa desierta.
Esto iba a ser el principio de una bonita historia, pero se me ha ido, mientras escribía se me ha venido a la cabeza la gran frase de Sabina "que el fin del mundo te pille bailando" y aquí estoy, con el Spotify abierto escuchándola por primera vez esta noche, digo primera porque con seguridad la escucharé cinco o seis veces más antes de irme a dormir, por fin, rendida.
Entonces, ¿de qué voy a hablar hoy? Pues bien, de lo único que he hecho esta semana, salir de fiesta. He salido lunes, miércoles y jueves, pero lo más reseñable pasó el jueves. ¿Es posible que un tío que conozcas en 20 minutos te agobie? Pues sí, y encima era un baboso. Estoy harta de salir los jueves, mucho mejor los lunes.
Vaya mierda de entrada, lo sé, pero no me pidáis demasiado, que estoy muerta.
Besitos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario